
Como cada día, a las 11:30 de la mañana, las calles del centro de Benavente han vuelto a resonar con el inconfundible sonido de silbatos, cacerolas, latas y hasta un tambor. Los comerciantes, vecinos y hosteleros de la ciudad han salido a la calle para seguir reivindicando una mejora en la cobertura móvil.
Desde el 6 de febrero, cuando comenzaron estas manifestaciones, el centro de Benavente se ha convertido en un hervidero de protestas diarias. Los ciudadanos de a pie y los empresarios del lugar se unen en un mismo clamor: la falta de cobertura móvil está afectando gravemente a sus vidas y negocios. La imposibilidad de realizar llamadas, utilizar datáfonos y, en general, disfrutar de un servicio de calidad, se ha convertido en un obstáculo cotidiano para todos aquellos que residen o trabajan en la zona.
A pesar de que las operadoras de telefonía móvil han anunciado la instalación de nuevas antenas en la ciudad, los manifestantes no cesan en su empeño. Para ellos, la situación sigue siendo insostenible, ya que las soluciones anunciadas aún no se traducen en una mejora real en la calidad del servicio.

