PROVINCIA

El Grupo Cobra prescinde de medio centenar de lectores de contadores de gas

Los técnicos estudian acciones judiciales ante la nueva compañía

La sociedad COBRA que ha tomado la concesión de INSERGAS en Castilla León ha prescindido desde el 1 de noviembre de medio centenar de lectores de contadores de gas. Entre ellos los dos de la provincia zamorana. «¿Qué hemos hecho para merecer esto?». Se preguntaba la hasta ahora y durante 14 años lectora de gas, la única en la capital zamorana y su alfoz atendiendo a casi 20.000 clientes con lecturas bimensuales. Aunque parezca increíble, hasta ahora, una sola persona venía realizando en Zamora y su alfoz, ella sola, las lecturas de los contadores del gas. Otra más lo venía haciendo en Benavente y algunos pueblos más.

El colectivo de lectores de gas ha venido trabajando con contratos de obra y servicios para las empresas subcontratadas por NATURGY quien cada 3 años viene otorgando la concesión de lecturas de contadores y operaciones de gas a otras empresas. INSERGAS que ahora se ha hecho con el contrato ha decidido prescindir de los trabajadores, «sin darnos explicaciones», señala la técnico zamorana. Una situación que lleva al colectivo afectado a estudiar demandas ante la empresa.

«Cada tres o cuatro años NATURGY saca a concurso las lecturas y operaciones de gas, y cada esos años nos tenemos que amoldar a la empresa nueva, adaptándonos, cambiando de convenios, perdiendo la antigüedad, cambiándonos el sueldo. Hemos aceptado todo sin rechistar, hasta que ahora la nueva adjudicataria: COBRA, ha superado todo prescindiendo de todos nosotros y sin darnos la menor explicación», explica esta lectora de contadores con un amplio rodaje a sus espaldas.

«Durante bastantes años que llevamos la mayoría de nosotros nos hemos dejado la piel por NATURGY, haciendo lo mejor que podemos y sabemos, nuestro trabajo, además de ser su cara visible con los clientes, que veían en nosotros a un miembro más de su familia, ya que nos abrían sus casas cada dos meses que íbamos a realizarle las lecturas», señala apuntando a la labor social que también realizan estos trabajadores cuando ya son conocidos por los clientes. No en vano, la coincidencia de la visita para la lectura del contador del gas sirve para que las personas que viven solas intenten prolongar esa llegada a la casa como vía de intercomunicación.

Al parecer, la nueva empresa que se ha hecho con la concesión, el Grupo COBRA, tiene previsto realizar las lecturas de contadores no de manera bimensual como se ha venido haciendo hasta ahora, sino anual. Una circunstancia que perjudicaría notablemente a consumidores con bajo poder adquisitivo y que en muchos casos se las ven y se las desean para pagar cada dos meses el recibo de casi 300 euros. De ser la lectura anual, la factura llegaría a los domicilios multiplicada por seis, es decir que sobrepasaría los 1.500 euros de golpe. Una cantidad que muchos clientes no podrían asumir.

Como consecuencia del estado de alarma decretado por el Gobierno en el mes de marzo las compañías distribuidoras de gas no enviaron a sus técnicos a realizar las lecturas de los contadores de gas, cumpliendo así con las obligaciones decretadas, pero a principios de junio se retomaba la actividad de visitas por las casas.

«Nos encontramos indefensos, dolidos y sobre todo decepcionados, ya que no se nos ha reconocido nuestra labor, además de echarnos por la puerta de atrás y deshacerse de nosotros como una insignificante mercancía. Lo único que queremos es que se nos respeten nuestros puestos de trabajo, que creo que nos los hemos ganado a pulso», señalan desde el colectivo de técnicos afectados.

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