COMARCA

La compra de terrenos «extramuros» de Petavonium se debate este jueves en las Cortes de Castilla y León

La Comisión de Cultura analiza la PNL del PSOE para que se compren las tierras fuera del recinto recreado para las visitas

La compra de unas 17,5 hectáreas de terrenos que se encuentran fuera del recinto amurallado visitable, del campamento del Ala II Flavia de 4,5 hectáreas, en los campamentos romanos de Petavonium en Rosinos de Vidriales, y que se corresponderían con el campamento mayor, es objeto esta mañana de debate en la Comisión de Cultura de las Cortes de Castilla y León a propuesta del grupo socialista en la Cámara.

La Proposición No de Ley del PSOE presentada por los procuradores José Ignacio Martín Benito, Ana Sánchez Hernández y Carlos Fernández Herrera, para su debate en la mañana de este jueves 21 de octubre en la Comisión de Cultura y Turismo, aboga porque la Junta adquiera como dominio público los terrenos donde se encontraba el campamento mayor, no sólo para su preservación, sino también para objeto de divulgación científica.

En estos terrenos extramuros del recinto visitable y con una superficie de algo más de 17 hectáreas incluirían la zona donde hace dos años se excavaron unas termas y que posteriormente fueron cubiertas. La zona de compra afectaría a la vasta superficie dedicada a la actividad agrícola llegando a las inmediaciones del santuario de la Virgen del Campo. No obstante, el campamento romano podría ocupar una superficie aún mayor, de unas 90 hectáreas.

Foto: M. A. C. Trabajos de excavación de las termas fuera del recinto campamental, hace ahora dos años, y que posteriormente fueron cubiertas.

La propuesta de Resolución del Grupo Socialista requiere que Las Cortes de Castilla y León insten a la Junta a: «Iniciar los trámites necesarios encaminados a la adquisición de los terrenos en los que se ubica el recinto mayor de los campamentos romanos de Petavonium (Rosinos de Vidriales, Zamora)«. Y también a «promover con las universidades de Castilla y León proyectos de investigación en torno a la romanización en el oeste de la Comunidad y, en particular, en el entorno de los campamentos romanos de Petavonium (Rosinos de Vidriales, Zamora)«.

La justificación de la PNL del PSOE se basa asi:

«El paraje denominado como Sansueña o «Ciudadeja» en Rosinos de Vidriales es un enclave arqueológico conocido desde los trabajos de Manuel Gómez Moreno publicados en su Catálogo monumental de la provincia de Zamora (1927). En verdad, las noticias son anteriores, pues datan de finales del siglo XVIII. En el siglo XIX ya Sebastián Miñano (1826-1829) o Cesáreo Fernández Duro (1882), entre otros, se hacen eco de los hallazgos, pero es, sobre todo, Gómez Moreno quien relaciona e identifica el lugar con la mansio romana: de Petavonium, situada en la Vía XVII del Itinerario de Antonino.

Gómez Moreno relaciona los restos arqueológicos con una construcción militar, formulando la hipótesis de que el lugar conocido como La Cerca hubiera podido albergar en algún momento a la legio X Gemina, como apuntan las inscripciones romanas halladas en el entorno.

El lugar fue declarado Monumento nacional en 1931

Pocos años después de la publicación del Catálogo de Gómez Moreno, el lugar fue declarado como Monumento Nacional el 3 de junio de 1931.

A partir de la década de 1960 los trabajos de Marcelo Vigil sobre el ala II Flavia (1961) de Antonio García Bellido (1961) sobre el ejército romano en Hispania irán aportando nuevos datos y contribuirán a impulsar la investigación sobre las ruinas de Sansueña. En paralelo, el trabajo de E. Loewinsohn: «Una calzada y dos campamentos del Conventus Asturum», publicado en Archivo Español de Arqueología (1965), irá enfocando el objetivo de la investigación en la zona. Los trabajos arqueológicos impulsados por la Universidad de Valladolid y, en particular, la comandada por los profesores Martín Valls y Germán Delibes de Castro durante las décadas de 1970 y 1980 centrarán más la atención sobre el lugar. Además de la serie «Hallazgos arqueológicos de la provincia de Zamora», publicada
en el Boletín del Seminario de Arte y Arqueología del estudio vallisoletano, los autores publicaron un trabajo monográfico bajo el título: Sobre los campamentos de Petavonium (Studia Archaeologica, 36. Valladolid, 1975).
Todos estos trabajos vinieron a confirmar que estamos ante dos recintos castrenses, en la ruta entre Asturica (Astorga) y Bracara (Braga), que albergaron a diversas unidades militares: la legio X Gemina y el ala II Flavia.


Gómez Moreno relaciona los restos arqueológicos con una construcción militar, formulando la hipótesis de que el lugar conocido como La Cerca hubiera podido albergar en algún momento a la legio X Gemina, como apuntan las inscripciones romanas halladas en el entorno. Pocos años después de la publicación del Catálogo de Gómez Moreno, el lugar fue declarado como Monumento Nacional el 3 de junio de 1931.


A partir de la década de 1960 los trabajos de Marcelo Vigil sobre el ala II Flavia (1961) de Antonio García Bellido (1961) sobre el ejército romano en Hispania irán aportando nuevos datos y contribuirán a impulsar la investigación sobre las ruinas de Sansueña. En paralelo, el trabajo de E. Loewinsohn: «Una calzada y dos campamentos del Conventus
Asturum», publicado en Archivo Español de Arqueología (1965), irá enfocando el objetivo de la investigación en la zona. Los trabajos arqueológicos impulsados por la Universidad de Valladolid y, en particular, la comandada por los profesores Martín Valls y Germán Delibes de Castro durante las décadas de 1970 y 1980 centrarán más la atención sobre el lugar. Además de la serie «Hallazgos arqueológicos de la provincia de Zamora», publicada
en el Boletín del Seminario de Arte y Arqueología del estudio vallisoletano, los autores
publicaron un trabajo monográfico bajo el título: Sobre los campamentos de Petavonium (Studia Archaeologica, 36. Valladolid, 1975).

Dos recintos castrenses

Todos estos trabajos vinieron a confirmar que estamos ante dos recintos castrenses, en la ruta entre Asturica (Astorga) y Bracara (Braga), que albergaron a diversas unidades militares: la legio X Gemina y el ala II Flavia.


En 1977 se realizó la primera de las excavaciones arqueológicas en Petavonium, lo que permitió conocer la superposición de los campamentos romanos. En 1981 el lugar fue declarado de utilidad pública, previa a la expropiación. En 1982 se llevó a cabo la limpieza de la muralla o cerca que rodea el campamento del ala II Flavia y en 1986 la Junta de Castilla y León adquirió en propiedad el campamento de dicha unidad. Las excavaciones continuaron
en 1989 y se procedió al cerramiento con valla metálica del segundo recinto campamental.


En la década de 1990 se habilitó una pequeña sala de exposición arqueológica permanente en dependencias municipales de Santibáñez de Vidriales. También la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León puso en marcha un Centro de Interpretación de los campamentos romanos en el lugar. La visita a los campamentos se
inserta dentro de la Ruta Arqueológica de los valles de Benavente. En el año 2002-2003 desde la Junta de Castilla y León se llevó a cabo la recreación y consolidación del recinto pequeño campamental de Rosinos de Vidriales.

Foto: M. A. C. Restos arqueológicos de Petavonium, del Ala II Flavia

Los recintos se hallan a los pies del cerro del Castro

Los recintos se encuentran a los pies del cerro del Castro (San Pedro de la Viña), a unos centenares de metros al norte. Se trata de un hábitat prerromano, ocupado, al menos, desde la Segunda Edad del Hierro. El entorno es pródigo en yacimientos arqueológicos indígenas y después romanizados, como es el castro de Las Labradas (Arrabalde), que
sufrió el asedio de Roma, como revelan no solo el ocultamiento de joyas celtibéricas, sino de la construcción de estructuras de asedio, como han desvelado recientemente los hallazgos en la zona de «El Marrón» por el procesado de datos LiDAR, llevado a cabo por José Ángel Hierro, Julio Manuel Vidal, Eduardo Peralta, Enrique Gutiérrez y
Rafael Bolado, miembros del colectivo arqueológico Agger, dentro del proyecto Guerras
Cántabras.

También en el vecino Castrocalbón -unos 15 km al norte- y también en el trazado de la Vía XVII existen varios recintos de época romana -de dimensiones mucho más pequeñas (el mayor de 3,5 ha) que las de Rosinos- correspondientes a las prácticas de castrametación de la cercana legión X Gemina, así como otro recinto campamental en Valdemeda (León) (entre 4,2 y 4,5 ha). Este último recinto se ha puesto en relación con las cercanas explotaciones auríferas del valle del Eria y con las de la cercana Cabrera.


En Petavonium, el recinto mayor, que albergó una legión (X Gemina), ocupa una extensión de 17,5 hectáreas y es de forma rectangular (540 m x 325 m) con los ángulosredondeados. Tiene un foso doble con una anchura que oscila entre los 10 y 15 m. No se descarta la presencia de algún destacamento o vexillatio de la legio VII Gemina, por el
hallazgo de ladrillos con las marcas de esta unidad militar. El recinto menor, que albergó
al ala II Flavia, tiene 4,7 ha, también de forma rectangular y ángulos o esquinas curvas.


Cabe señalar que los restos de campamentos romanos de carácter permanente que no se encuentran bajo núcleos urbanos resultan excepcionales en los territorios peninsulares, siendo los únicos paralelos al de Petavonium los de Aquae Querquennae (Orense) y Sobrado dos Monxes (Cidadela, A Coruña). Pero mientras estos dos últimos pertenecieron a tropas auxiliares, el conjunto de Sansueña cobijó de forma sucesiva un campamento legionario -el de la legio X Gemina- y otro auxiliar -el del ala II Flavia-, con la ventaja añadida respecto al resto de estructuras de ese período de que ninguno de ellos se ha visto alterado por la superposición de hábitats posteriores, tal y como sucede con los otros dos campamentos legionarios estables de la antigua Hispania: la actual ciudad de León, base sucesiva de la legión VI Victrix y de la legión VII Gemina, y la localidad de Herrera de Pisuerga, donde estuvo el campamento de la IIII Macedonica y el del ala Parthorum. En ambos casos, los restos se encuentran bajo las actuales estructuras
urbanas, lo que dificulta su estudio y su puesta en valor.

Y es aquí donde radica la principal singularidad y potencial que presenta este conjunto campamental de Petavonium: la
existencia de unas estructuras completas y no alteradas que permiten tanto el estudio secuencial de la presencia militar romana durante más de tres siglos en Hispania como su aprovechamiento como dinamizador cultural y turístico en la zona.


Por todo lo aquí expuesto, y ante el riesgo de destrucción y degradación que puede afectar a estos restos debido a las actividades agrícolas que se desarrollan en esos terrenos y que cada vez resultan más invasivas, sería necesario que la Junta de Castilla y León adquiriera como dominio público los terrenos que se corresponden con el recinto mayor, para no solo preservar los restos sino para impulsar la investigación científica».


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