
El 19% de los españoles admitió haber utilizado métodos en línea no autorizados para acceder a retransmisiones deportivas en 2024, según datos de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO). Este porcentaje se eleva al 42% entre la población de 15 a 24 años, lo que indica una mayor prevalencia de esta práctica en las generaciones más jóvenes.
Este fenómeno no solo impacta las finanzas del deporte, sino que también afecta la calidad y la cantidad de contenidos que las plataformas pueden ofrecer a sus abonados, generando un círculo vicioso que amenaza la sostenibilidad de la industria del fútbol a largo plazo.
Además, España se sitúa como el tercer país de la Unión Europea con mayor consumo ilegal de eventos deportivos, empatado con Luxemburgo y solo por detrás de Bulgaria (21%) y Grecia (20%). La media europea se encuentra en el 12%.
La necesidad de una alternativa legal y accesible
El fraude audiovisual en el fútbol español se estima entre 600 y 700 millones de euros, afectando a una industria que emplea a más de 190.000 personas y aporta aproximadamente 8.400 millones de euros al PIB nacional, representando el 1,44% del total, según LaLiga, la organización responsable de las competiciones de Primera y Segunda División de fútbol en España.
Para combatir esta problemática, la institución ha intensificado sus esfuerzos contra las plataformas ilegales. Durante febrero de 2025 ha logrado bloquear páginas que contaban con más de 400.000 usuarios únicos mensuales en España. Estas plataformas utilizaban servicios como Cloudflare para ocultar su actividad ilegal y eludir controles de seguridad.
Además, en marzo de 2024, un fallo judicial pionero permitió a LaLiga sancionar no solo a las plataformas que distribuyen contenido ilegal, sino también a los usuarios finales que acceden a estas retransmisiones. Esta medida busca disuadir el consumo de contenido pirata y proteger los derechos de propiedad intelectual.
Ante el aumento del consumo de contenido deportivo ilegal, cada vez están surgiendo más opciones accesibles al público con el objetivo de reducir la piratería, fortalecer la fidelización de los abonados y que no se vea afectado el bolsillo de los usuarios.
La experiencia con la Ligue 1 en Francia
En Francia, la situación de los derechos televisivos de la Ligue 1 sigue siendo preocupante. DAZN solo ha podido abonar la mitad de su último pago y ha retenido el resto debido a conflictos relacionados con la lucha contra la piratería.
En este contexto, la plataforma de suscripción compartida Sharesub se presenta como una alternativa legal, segura y asequible para los aficionados que quieren seguir la Ligue 1 sin recurrir a métodos ilegales. Gracias a su enfoque colaborativo, los usuarios pueden dividir los costes de suscripciones a diferentes servicios de forma segura. De esta manera, se asegura un acceso legal a los contenidos y se reduce la tasa de cancelaciones. Este modelo permite a los usuarios ahorrar hasta un 75% en suscripciones combinadas anuales, incluyendo DAZN, con un ahorro medio de 400€ al año, lo que favorece la fidelización de los abonados y mejora los ingresos de las plataformas.