COMARCA

La Junta somete a información la declaración de Villardeciervos como Bien de Interés Cultural

Los procuradores socialistas por Zamora presentaron hace unos días una PNL para su declaración "inmediata"

Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León somete a información pública el expediente de declaración de la localidad de Villardeciervos (Zamora), como Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico, en consideración al estado en que se encuentran las actuaciones y el alcance de las mismas. Dando cumplimiento a lo establecido en el artículo 10.2 de la Ley 12/2002, de 11 de julio, de Patrimonio Cultural de Castilla y León, se ha acordado conceder la apertura de un período de información pública de UN MES, contado a partir del día siguiente al de la publicación del anuncio en el Boletín Oficial de Castilla y León, a fin de que cualquier persona pueda alegar cuanto estime conveniente en orden a la declaración que se pretende. Tal publicación se realiza este viernes 25 de septiembre.

Los procuradores socialistas por Zamora denunciaron recientemente la falta de declaración de Villardeciervos como BIC desde el año 1987 en que se abría el expediente presentando una Proposición No de Ley para su declaración «inmediata».

Villardeciervos se encuentra ubicado al noroeste de la provincia de Zamora, en la comarca de Sanabria y Carballeda.

Sus orígenes se sitúan en la denominada Peña del Castro, castro habitado desde la Edad del Hierro, trasladado en el siglo I a.C, en época romana, a una zona más llana. Por sus inmediaciones pasaría una calzada romana secundaria que enlazaría Asturica con Bracara Augusta, siendo una variante de la Vía 17 del Itinerario de Antonino, construida en época de Augusto.

En la Edad Media, Villardeciervos perteneció al Monasterio de Moreruela, pasando a lo largo de los siglos XIII y XIV, por diferentes situaciones de explotación eclesiástica para más tarde ser señorío real.

Madoz destaca en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España, la importancia de Villardeciervos en siglo XIX, con una actividad económica basada en la agricultura, la ganadería la caza y la pesca. Y además la industria de telares, con la manufactura de lienzos caseros y la actividad arriera, por ser paso de una importante ruta de arrieros y segadores, lo que generó un importante tráfico de contrabando, circunstancias todas ellas a las debemos el legado arquitectónico popular que hoy todavía conserva este núcleo urbano. En el siglo XX, con el desarrollo de las comunicaciones, el contrabando va perdiendo importancia y finalmente su desaparición provoca el declive del núcleo urbano.

El conjunto presenta una trama urbana no octogonal y heterogénea típica de los pueblos de la comarca. Las edificaciones se agrupan en «piñas», que se apoyan sobre serpenteantes vías de comunicación que atraviesan el núcleo. Entre las agrupaciones se van intercalando las manzanas, con extensas zonas vacías interiores que generalmente se utilizan como espacios agrícolas o huertas. La calle es de trazado quebrado e irregular en cuanto a su anchura, llegando en ocasiones a ser inferior a un metro, son las llamadas «colagas». Se conservan algunas chimeneas, conocidas como «candongas», provistas de un elemento de chapa metálica para facilitar el tiro.

Como es característico de los pueblos de esta comarca, no existen en Villardeciervos espacios públicos con carácter de estancias, no existe una plaza mayor, resolviéndose la necesidad de reunión de la población en los llamados «poyos», es decir, bancos rústicos normalmente de piedra a las puertas de las viviendas.

En las zonas periféricas al núcleo urbano, la influencia del hombre ha sido responsable de crear espacios de prados y frutales, separados por setos de robles, castaños y cercados de piedra, creando el típico paisaje conocido como «paisaje de bocage», caracterizado por presentar un gran número de parcelas irregulares, de tamaño variable, cercadas, destinados a huertas o pastos, llamados «cortinos», conformados mediante pequeños muros de piedra, contribuyendo a la formación de los linderos parcelarios, dando lugar a una simbiosis entre el caserío y el entorno natural, que constituye uno de los elementos que caracterizan y singularizan este conjunto.

En la actualidad, el conjunto de Villardeciervos conserva un importante legado arquitectónico, la mayoría del siglo XIX, recuerdo de su época de mayor esplendor, resultando uno de los núcleos de arquitectura popular más interesantes de la provincia de Zamora, en el que, a diferencia de los núcleos vecinos, encontramos junto a las construcciones habituales de uso agrario, una arquitectura más culta, que dota al conjunto de un carácter más urbano.

En cuanto a la tipología edificatoria, destaca la casa de dos plantas, aislada o agrupada conformando manzanas alineadas a calle con la edificación entre medianeras, configurando pequeños tejidos viarios, construidas con piedra de mampostería y sillería bien labrada, en las que se agrupa la actividad productiva y la residencial. La cuadra se situaba en la planta baja y aprovechando el calor ascendente, la zona de vivienda en la primera planta, a la que se accedía mediante escaleras de piedra.

Las edificaciones residenciales presentan una variada tipología que incluye edificaciones tradicionales características de la transición que se produce en la utilización del corredor de la tipología tradicional popular de la comarca sanabresa, al balcón; las caracterizadas por la presencia de un pórtico de acceso y solana, y aquellas otras con balcones individuales apoyados en ménsulas de piedra labrada, con aleros en madera o en piedra. Así también se conservan edificaciones más cultas, con la inclusión de motivos como esgrafiados decorativos o rejería en balcones, indicativos del superior rango social o económico de los propietarios. Finalmente encontramos otra tipología caracterizada por un predominio del muro sobre el hueco, con la eliminación de balcones y corredores. Se conservan algunas chimeneas, conocidas como «Candongas», provistas de un elemento de chapa metálica para facilitar el tiro.

Asimismo es de destacar la conservación de diversas construcciones auxiliares tradicionales, destinadas a guardar leña o aperos y los cerramientos tradicionales, utilizados para las divisiones entre prados, huertos y fincas, ejecutados mediante piedras sin tallar, apiladas a hueso unas sobre otras.

Más allá de la existencia de elementos urbanos y edificios significativos, como la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, o el conjunto de fuentes del siglo XVIII perfectamente integradas en la trama urbana, la relevancia y singularidad de Villardeciervos viene dada por conservar una estructura urbana en buen estado de conservación en cuanto a la trama se refiere y conservar un conjunto de edificaciones en piedra con largos corredores o balcones sujetos con ménsulas de gran tamaño, barandillas de hierro y madera, que constituyen el legado arquitectónico popular heredado de sus épocas de mayor esplendor económico. Asimismo, Villardeciervos ejemplifica la transición y evolución de lo rural a lo urbano, con un conjunto de edificaciones en las que se produce el gran salto de la edificación popular propia de la comarca sanabresa hacia edificaciones más urbanas.

Destaca especialmente en este conjunto el intenso vínculo de lo edificado con el entorno natural, constituyendo un interesante ejemplo de conexión e integración de las actividades antrópicas de tradición rural, vinculadas a la agricultura y ganadería en el medio natural, con la edificación de marcado carácter urbano, creando un particular ecosistema de gran valor patrimonial.

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