Las precipitaciones siempre son un factor que marca los planes de los agricultores, y el puente de la Constitución ha llegado con lluvias a la mayor parte de la península ibérica. En esta coyuntura surgen dudas sobre cómo actuar con las siembras que aún no se hayan llevado a cabo. Y la conclusión es unánime: paciencia y tranquilidad.
Las aguas que han caído y caerán estos días no parecen un importante contratiempo para quienes han hecho ya la tarea de la sementera de cereal, pero tampoco para cultivos tardíos como la cebada, que todavía tienen bastante margen para ser sembrados en casi todas las zonas.
En la comarca de la Moraña, unas tierras que no suelen recibir demasiada agua, se mantienen a la expectativa ante la evolución de la climatología. Según Rubén Bueno, de la cooperativa Tierra Charra-Alta Moraña, esperar es la mejor receta para los agricultores que todavía no hayan hecho sus siembras de cereal. “No se debería sembrar con el suelo en malas condiciones. Lo mejor sería esperar a finales de diciembre, porque además los costes están muy altos”.
Si continuasen las precipitaciones en las próximas semanas, Bueno cree que la opción correcta sería optar por el barbecho. “Luego a partir enero se pone la tierra demasiado dura y se complica la nascencia, no tendría mucho sentido sembrar y estropear la tierra para dos años”.
En zonas más septentrionales como la Bureba, en el norte de Burgos, la borrasca no va a influir en exceso, ya que las siembras ya se han efectuado casi del todo en el caso del trigo, y para la cebada tienen hasta un mes de margen todavía. “Estas lluvias no nos van a afectar demasiado porque estamos cumpliendo el calendario marcado de siembras a la perfección”, indica Luis Alonso, técnico de la cooperativa Bureba-Ebro.
Tampoco han recibido de mal grado estas aguas en el centro de Castilla y León. Pedro González, agricultor en Castrejón de Trabancos (Valladolid) y Villoldo (Palencia) asegura que las precipitaciones van a venir bien a los cultivos que ya están sembrados, y que no influyen en lo que queda pendiente. “Venimos de años muy secos, por lo que la lluvia es bienvenida, y para la cebada aún hay que esperar”. añade González. En cuanto a la salud de las plantas, el agricultor asegura que es muy buena y que “va a nacer todo” óptimas condiciones. Como aspecto negativo señala que otro tipo de cultivos como la remolacha o el maíz se han tenido que parar de cosechar, sin que preocupe demasiado aún.
Se espera que las lluvias de los próximos días lleguen a la práctica totalidad de Castilla-La Mancha, por lo que se espera que alivie algo la situación. En alguna provincia de la región como Albacete la sequía era muy importante en las últimas semanas, y los agricultores que ya habían sembrado ya temen perder buena parte del grano. Es posible, por tanto, que estas lluvias ayuden a estos cultivos, y ayuden a dejar el suelo en buenas condiciones de siembra para los agricultores que, por ahora, hayan esperado.
Fuente: Revista Campo
