PROVINCIA

El camino de Santiago como dinamizador del territorio

Bajo el titulo La cooperación transfronteriza y su impacto en el patrimonio cultural y natural”, se ha organizado en Alcañices una jornada con la participación de instituciones, colectivos y profesionales de ambos lados de la Raya, para tratar sobre el desarrollo del territorio.

La Asociación Zamorana de los Caminos de Santiago, ha participado en este encuentro exponiendo la importancia que el Camino Zamorano-Portugués puede aportar para el desarrollo del territorio que le afecta:

Como se ha podido comprobar a lo largo de la historia, aquellos territorios por los que discurre alguno de los caminos que siguen los peregrinos en su camino a Santiago, han gozado de una prosperidad y un desarrollo importante.

En Zamora, contamos con cinco caminos históricos y tradicionales, los cuales recorren 500 km de nuestro territorio y atraviesan un centenar de poblaciones

Representa la mejor muestra de esos pequeños pueblos a los que difícilmente van a acceder nunca los turistas, pero si ven pasar a los peregrinos, quienes escriben sobre lo que están viendo y a través de las nuevas tecnologías, difunden esta información a todos los rincones del mundo y proporcionan visibilidad para esos pequeños pueblos, que de otra forma, permanecerán en el anonimato.

Tradicionalmente, la vía de la Plata y el Camino Sanabrés, representan las dos principales rutas de peregrinación que van siguiendo los peregrinos que se dirigen a Santiago, pero además, en la provincia de Zamora, contamos con el Camino de Levante, el Camino del Sureste y el que más nos interesa en estos momentos, que es, el Camino Zamorano portugués.

Son numerosos los hitos jacobeos que podemos encontrarnos en este trazado. El Camino Zamorano-Portugués, se diferencia de otras rutas de peregrinación en España y Portugal, por la riqueza de su patrimonio cultural y etnográfico. El discurrir por un medio íntegramente natural y rural y la posibilidad de ofrecer una auténtica experiencia jacobea al no encontrarse masificado como otras rutas. 

Este Camino nace en Zamora y discurre en nuestra provincia a lo largo de aproximadamente 100 kms, adentrándose posteriormente en tierras portuguesas por Trás Os Montes para, de nuevo, cruzar la frontera con la provincia de Orense por Soutochao.

El itinerario tiene un carácter eminentemente transfronterizo y se fue fraguando por el impulso de comerciantes y viajeros y, cómo no, también por peregrinos. A partir del año 1998 la vía fue incluida por la Xunta de Galicia entre los Caminos Portugueses de Peregrinación a Santiago.

En su primera parte, la ruta se dirige hacia el occidente de la provincia a través de las Comarcas de Alba y Aliste, que hoy siguen constituyendo un espacio de gran riqueza etnográfica, en un entorno en el que se suceden los bosques, las tierras de cultivo y el suelo pizarroso.

Estas tierras llevan siendo transitadas por los seres humanos desde el Paleolítico, y dejaron aquí sus huellas celtas, romanos, suevos y visigodos. A lo largo del itinerario se encuentran bellos ejemplos de arquitectura románica y testimonios alusivos a su pasado histórico con joyas arquitectónicas prerrománicas únicas en su estilo como es la iglesia visigoda del San Pedro de la Nave; y percibirá la presencia de la Orden de los Caballeros Templarios, asentada en la zona hasta su disolución y que, como es sabido, tenían entre sus principales fines el de proteger a los peregrinos. 

En el orden estrictamente jacobeo, a mediados del siglo XVI los peregrinos disponían de alojamiento en San Pedro de la Nave y en los hospitales de San Nicolás de Bari (Alcañices) y de San Jerónimo (Sejas de Aliste), dos modestas fundaciones arruinadas a comienzos del siglo XVIII.

En una segunda parte, las diferentes etapas del itinerario nos llevan a las hermosas tierras portuguesas de Trás-os-Montes. 

Desde la asociación zamorana de los caminos de Santiago, uno de sus objetivos ha sido poner en valor la importancia de este de camino y conseguir que los peregrinos lo conozcan, lo recorran y hablen de el, porque además del patrimonio inmaterial que representa este trazado, consideramos que es de vital importancia para las comarcas zamoranas por las que discurre (tierra del pan, comarca de Alba y comarca de Aliste) y aquellas pequeños poblaciones por las que atraviesa, puedan beneficiarse de lo que los peregrinos que anualmente lo recorran, pueden aportarle.

«Cuando nos pusimos en marcha hace ocho años para visibilizar la situación del camino, vimos dos problemas importantes que había que solventar:

  • Habilitar un albergue en Almendra del pan y en las poblaciones portuguesas de Bragança, Vinhais y Seghirei.
  • Señalizar perfectamente este trazado.

Mantuvimos reuniones con representantes institucionales de Bragança estableciendo un plan para tener operativo este camino antes del pasado Xacobeo 2021.

Desde aquellas reuniones, con motivo de la pandemia, no hemos vuelto a mantener ningún encuentro, pero si hemos seguido pendientes de la evolución que han tenido nuestros amigos del otro lado de la frontera a través de informaciones facilitadas por algunos peregrinos que recorrieron este camino, así como por los medios de comunicación.

Felicitamos a nuestros amigos portugueses porque han sabido hacer los deberes. Nos dijeron que iban a marcar el camino y por lo que hemos visto lo tienen señalizado perfectamente. También nos aseguraron que iban aprovechar las ayudas europeas para fondos transfronterizos y habilitar albergues en Braganza, Vinhais y Seghirei y por las noticias que hemos visto en los medios de comunicación, a lo largo del último mes se han abierto los albergues de Bragança y de Vinhais.

Por nuestra parte, comenzamos la marcación de todo el trazado en el tramo zamorano y nos propusimos acometer un albergue en la casa parroquial de Almendra del pan, pero a pesar de nuestros esfuerzos hemos desistido del proyecto porque no encontramos ningún respaldo institucional.

Hemos recurrido al ayuntamiento de Zamora, para que a través de la gestión de su albergue podamos derivar los recursos que permitan esta instalación, también hemos recurrido a la diputación de Zamora, a la fundación Rei Alfonso Enríquez, a la Junta de Castilla y León. Pero en ningún caso hemos obtenido una respuesta satisfactoria y de compromiso, para conseguir que el albergue de Almendra del Pan pueda ser una realidad. Aquí desgraciadamente todos son palos en las ruedas porque de todos los recursos transfronterizos que se pueden conseguir, faltan proyectos para poder obtenerlos y cuando hemos presentado alguna propuesta, el resultado ya vemos el que ha sido.

Estamos comprobando cómo fondos europeos destinados a proyectos transfronterizos, no son utilizados por falta de proyectos y este, encaja perfectamente en la filosofía de los fondos.

Mientras este camino no se vea como una actuación importante para desarrollar esos pueblos en los que la despoblación se ha cebado de una forma importante y nuestras administraciones públicas no se comprometan en su desarrollo, difícilmente podremos conseguir los objetivos que nos proponemos.

Proponemos que se tome conciencia de lo que el camino puede aportar a estos pequeños pueblos que se están muriendo. El paso de peregrinos cada año, puede representar ese revulsivo tan necesario para mantener estos pequeños negocios y visibilizar los pueblos por los que discurre este camino. Para ello, solamente es necesario que los ayuntamientos por los que pasa esta ruta, se pongan de acuerdo para hacer una propuesta conjunta consistente en dinamizar este camino. Son muy pocas las necesidades que haría falta acometer, básicamente ese albergue en la primera jornada del camino y hasta que en unos años la masa crítica de peregrinos sea suficiente, articular un sistema que permita tener en condiciones cada uno de los albergues. Actualmente no es factible que cuenten con una persona de forma permanente, pero se puede establecer un sistema para que aquellos que llegan al albergue, tengan la opción de acceder al interior a través de cualquiera de los sistemas informáticos que pueden aplicarse. Solo es cuestión de voluntad de hacerlo y desde la asociación zamorana de los caminos de Santiago, nos ofrecemos para colaborar en lo que sea necesario ya que, conocemos las necesidades que el peregrino va teniendo en su camino y asesoraríamos en todo lo que fuera necesario para desarrollar este proyecto.

Los pueblos de las comarcas de Alba y de Aliste resultarían muy beneficiados si conseguimos atraer cada año a 500 o 600 personas que además de compartir su cultura y su economía, promocionarían estas zonas en todo el mundo.

Nuestra asociación, ha hecho lo que ha podido, lo hemos intentado, pero resulta tremendamente descorazonador, ver que ninguno de los agentes públicos que tendrían que implicarse en este proyecto, asuman sus competencias, por lo que seguiremos colaborando en todo lo que podamos, pero siempre que haya alguna institución que sepa ver la importancia que este camino tiene para el desarrollo de nuestras comarcas y desde un segundo plano, colaboraremos en lo que nos sea posible, para ese objetivo que nos propusimos hace años, de dinamizar y potenciar estos pueblos tan olvidados y abandonados.»

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