COMARCA

El «polémico»cura Martín Cañizares deja la parroquia de La Granja de Moreruela

El párroco comunicó la decisión a los feligreses en la pasada fiesta del Cristo del Amparo

El cura de La Granja de Moreruela dejará la actividad pastoral en la parroquia como ha informado el sacerdote a sus feligreses en la pasada fiesta del Cristo del Amparo. Las desavenencias con los parroquianos parece ser el detonante de la marcha del presbítero Santiago Martín Cañizares, según han explicado fuentes vecinales a Benavente Digital y Televisión Benavente.

El sacerdote Santiago Martín Cañizares, ya tuvo sus encontronazos con los parroquianos de La Granja con motivo de las fiestas de la Virgen de la Pedrera o de los Montes Negros con sede en la ermita junto a la ribera del río Esla en las inmediaciones de Puente Quintos y a caballo entre Bretó y la Granja. Era el año 2015 cuando el obispo de Zamora, el fallecido Gregorio Martínez Sacristán, le nombrase párroco de la Granja. En aquella ocasión una parte del vecindario granjeño se opuso a tal nombramiento porque un año antes, en el año 2014, y de ahí viene el origen de la polémica, trasladó «sin contar con nadie» la imagen de la venerada imagen de la Virgen de La Pedrera, cuya fiesta en la Granja se celebra el 25 de abril, a la iglesia de Bretó de cuya parroquia era el cura titular. Los granjeños consideraron que se trataba de «una apropiación» de la imagen de la Virgen, abogando por su permanencia en su sede, en la ermita, en lugar de estar en el altar mayor de la iglesia de Bretó de la Ribera.

La polémica se cerró entonces con el regreso de la imagen de la venerada imagen a la ermita y lo hizo en su fiesta romera del lunes después de la octava de Pascua como es de tradición. El párroco Santiago Martín Cañizares explicó entonces a este redactor que las razones del traslado hasta la iglesia de Bretó se habían debido «únicamente a la previsión de un posible robo de la imagen», debido a la soledad del templo mariano, así como «preservar la talla románica de la humedad que le viene afectando a la madera».

Martín Cañizares justificó su actitud advirtiendo que un año antes, técnicos de restauración de la Diócesis de Zamora le recomendaron su traslado a un lugar seguro abogando por su restauración ya que evidenciaba un deteriorado estado en el conjunto de la policromía.

Fue el 1 de enero de 2014, festividad de Santa María, cuando el párroco decidió trasladar a la iglesia de Bretó, la imagen en una caja. Sus previsiones pasaban, según declaró entonces, por devolver la talla a su ermita en unos días posteriores a las Navidades. Pero unos imprevistos vinieron a aparcar la decisión, dijo el párroco apuntando a la comunicación recibida por parte del arrendatario de la dehesa, en cuyos terrenos se levanta la ermita, de que desconocidos habían forzado la cerradura de la puerta.

La polémica del traslado de la imagen estaba servida y una vez devuelta a su sede la talla, el cura señaló en su homilía: «sé que estamos envueltos en una polémica pero os quiero decir, sobre todo a mis feligreses, que en la iglesia las cosas no se solucionan levantando los trapos sucios, sino escuchando, dialogando y, sobre todo, rezando, orando en torno a la mesa del altar». Y lo dijo el párroco estando dispuesto a escuchar a todos, porque «esta es la casa de María», refiriéndose a la ermita.

Se ha continuado, desde entonces, celebrando la romería en el calendario tradicional y con la imagen de la Virgen de La Pedrera o de los Montes Negros, la Virgen con el Niño de la bola, como dicen algunos lugareños, en su sede, en la ermita de la ribera del río Esla, junto al Puente Quintos.

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