El Día de los Fieles Difuntos lo dedica la Iglesia este 2 de noviembre, que se viene a complementar con el celebrado ayer día 1, el Día de Todos los Santos. Las numerosas visitas a los cementerios que se prodigaron en la fecha festiva y en las jornadas anteriores, deja en esta jornada un agridulce sabor en los camposantos, ya que la soledad se vuelve a adueñar de los recintos mortuorios dejando la colorida estampa de las flores y los silentes recuerdos.
La soledad de los cementerios durante el Día de Todos los Santos del pasado 2020, por culpa de la maldita pandemia, se ha tornado en este 2021 con una gran dosis de vuelta a la normalidad, llegando incluso a momentos de una nutrida afluencia de visitas de grupos familiares.
No obstante, la estela del silencio en cada camposanto se hace hoy más pronunciada, ni siquiera suenan ya las campanas en la España más rural, en la cada vez más despoblada y, en cambio, cobra más fuerza en la última morada.