
Conducir se ha convertido en una fuente de estrés para muchos españoles. Según un reciente estudio de EasyPark sobre «Hábitos de movilidad y aparcamiento en España», el 75% de los conductores reconoce que experimentar estrés mientras conducen es algo común. Las mujeres, en particular, son las más afectadas, con un 80,5% afirmando sentirse estresadas al volante, en comparación con el 69,5% de los hombres.
¿Qué provoca estrés al conducir?
El estudio identifica varias situaciones cotidianas que desencadenan el estrés al conducir. Entre las más destacadas:
- Coches que se acercan demasiado: El 63,7% de los conductores señala que un coche que circula cerca de su vehículo es una de las situaciones más tensas.
- Cruces complicados: Un 31,2% menciona que los cruces, especialmente aquellos con alta circulación o señalización confusa, son una gran fuente de estrés.
- Aparcamientos en pendiente: Para el 23,8%, estacionar en pendientes es particularmente estresante, pues requiere más habilidad y precisión.
Los errores que elevan tu nivel de estrés al conducir
Además de las situaciones específicas mencionadas, hay errores comunes que los conductores cometen y que aumentan significativamente el nivel de estrés. Estos errores son evitables con una planificación adecuada y el uso de la tecnología disponible.
1. Salir con el tiempo justo
Uno de los mayores generadores de estrés es conducir con prisa. Salir con tiempo limitado eleva los niveles de ansiedad y reduce la capacidad de respuesta ante imprevistos como el tráfico o la falta de aparcamiento. Salir con un margen prudente de tiempo es clave para una conducción más relajada.
2. No aprovechar la tecnología
Hoy en día, existen numerosas aplicaciones que facilitan la conducción, desde aquellas que te guían por el camino más rápido hasta las que te ayudan a encontrar aparcamiento. No usar estas herramientas es un error que puede evitarse fácilmente.
3. Llevarse los problemas al volante
Conducir mientras estás enfadado o preocupado es muy peligroso. Las emociones intensas pueden afectar tu capacidad de tomar decisiones rápidas y seguras. Deja los problemas fuera del coche y concéntrate en mantener una conducción tranquila.
4. No planificar tu ruta
Improvisar al volante rara vez es una buena idea. Si sabes a qué hora y a qué lugar necesitas ir, es mejor planificar con antelación. Reservar una plaza de aparcamiento o conocer las opciones de estacionamiento en la zona puede ahorrarte tiempo y estrés.
5. Evitar los aparcamientos disuasorios
En lugar de perder tiempo buscando dónde aparcar, considera utilizar aparcamientos disuasorios. Estos suelen estar bien ubicados y te permiten llegar a tu destino con un paseo agradable, evitando las complicaciones de encontrar un sitio para estacionar.
6. Huir de la zona regulada
Muchos conductores evitan la zona azul debido al costo, pero tiene sus ventajas: mayor disponibilidad de plazas y ubicación en áreas céntricas. Utilizar estas zonas puede ahorrarte tiempo y reducir el estrés.
7. Conducir incómodo
Desde la temperatura del coche hasta la ropa que llevas, todo influye en tu comodidad al volante. Asegúrate de estar cómodo: utiliza ropa adecuada, ajusta el aire acondicionado y elige música que te relaje.
Lo que nunca debes hacer durante una tormenta de granizo
Además de los errores cotidianos, hay situaciones extremas que requieren una precaución especial. Durante una tormenta de granizo, es crucial no estacionar bajo árboles o estructuras frágiles que puedan dañarse y caer sobre tu coche. Buscar un lugar seguro es fundamental para evitar accidentes.