Un reciente estudio internacional ha arrojado luz sobre las especies de vida silvestre que estaban presentes en el mercado de Huanan, en Wuhan, China, donde probablemente surgió el SARS-CoV-2, el virus que provocó la pandemia de COVID-19. La investigación, publicada en la revista científica Cell, se basa en el análisis de datos metatranscriptómicos recolectados por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China (CDC). Este estudio destaca el papel de los animales vendidos en dicho mercado como posibles portadores del virus.
Nuevos hallazgos sobre el origen del SARS-CoV-2
El estudio revisó más de 800 muestras ambientales obtenidas del mercado mayorista de mariscos de Huanan y de sus alrededores, justo en los primeros días de 2020. Según los investigadores, estos datos proporcionan una lista de las especies animales presentes en los puestos donde se vendían animales salvajes, que coinciden con la presencia del material genético del SARS-CoV-2.
Entre los animales identificados destacan los perros mapaches y los gatos de civeta, especies que anteriormente han sido asociadas con otros brotes de coronavirus. En algunos casos, el material genético del virus y el ADN de estos animales fueron encontrados en las mismas muestras, lo que sugiere que los animales podrían haber sido huéspedes intermediarios en la transmisión del virus a los humanos.
Importancia de los datos y el análisis
Florence Débarre, del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, subrayó la relevancia de los datos, calificándolos como «uno de los conjuntos más importantes que existen sobre el origen de la pandemia de COVID-19». Por su parte, Kristian Andersen, investigador de Scripps Research en California, afirmó que este estudio «agrega una capa más a la evidencia» que respalda la hipótesis de que los animales infectados introducidos en el mercado fueron los causantes del brote que desencadenó la pandemia.
Animales salvajes y zoonosis: un peligro latente
El hallazgo refuerza la necesidad de controlar el comercio de animales salvajes, que representan un riesgo significativo de zoonosis, es decir, la transmisión de enfermedades de animales a humanos. Según los investigadores, el contacto cercano entre estos animales y los humanos, especialmente en entornos densamente poblados como Wuhan, facilita la propagación de virus.
El equipo también realizó un análisis evolutivo de los primeros genomas virales informados durante la pandemia. Los resultados sugieren que hubo pocos, si no ninguno, humanos infectados antes del brote en el mercado, lo que apunta a un origen zoonótico en el mismo lugar.
Lecciones para el futuro
Este estudio es un recordatorio de la importancia de comprender los orígenes de las pandemias para prevenir futuros brotes. Investigaciones como esta subrayan la urgencia de regular el comercio de vida silvestre y de mejorar la seguridad sanitaria a nivel global.
Paul Worobey, uno de los coautores del estudio, destacó que aún no se han tomado suficientes medidas para reducir el riesgo de que ocurra otro evento de este tipo: “Es lo más arriesgado que podemos hacer: coger animales salvajes repletos de virus y ponerlos en contacto con seres humanos en grandes ciudades”.