El arquitecto Román Ávila, a través de una rueda de prensa esta mañana en las dependencias del Parador de Turismo de Benavente, ha querido responder a lo que calificó como “insinuaciones”, de la oposición municipal en cuanto al acuerdo de mediación entre el Ayuntamiento y él mismo sobre el controvertido edificio Villalar. En su intervención, Ávila llegó a reiterar la «corrupción urbanística» existente en el Ayuntamiento de Benavente, «durante estos 25 años».
«Yo pretendo responder insinuaciones de la oposición ya que aparentan no conocer lo que ha sucedido en Urbanismo en Benavente durante los últimos 25 años». Comenzaba así Román Ávila su intervención ante los medios refiriéndose a la reciente rueda de prensa que conjuntamente realizaron los portavoces municipales del PP, Beatriz Asensio, y de Ciudadanos, Jesús María Saldaña. «El PP disimula en silencio y Saldaña actúa como las vacas mirando al tren». Los portavoces de la oposición en el Ayuntamiento de Benavente cuestionaron el acuerdo de mediación llegado entre ambas partes, dejando fuera a la tercera parte que serían los propietarios, a la vez de requerir información sobre la situación urbanística del edificio y de donde salía ese dinero para abonar la indemnización pactada.
A través de un repaso de la situación del edificio y después de expresar la situación que personalmente ha venido atravesando durante todos estos años, Ávila, visiblemente emocionado, manifestó su confianza en cerrar, de una vez por todas, un capítulo que ahora mismo pone en duda ante el recurso planteado por la comunidad de propietarios. Según expresó el arquitecto, en el recurso, los vecinos solicitan la reconstrucción y una indemnización. Tanto el Ayuntamiento como Ávila llegaron a un acuerdo de mediación por el que el Consistorio benaventano indemnizaría al arquitecto con una cantidad de 110.000 euros por daños morales, así como restituiría públicamente su honor y el de su familia. Román Ávila desistiría de continuar acciones judiciales.
Para este profesional, la demanda de la propiedad sería inviable e «insólita» en cuanto a la demolición ya que, en tal caso, no se haría una construcción similar a la actual. Expresó que el edificio está “fuera de ordenación”, en similares circunstancias a otros de la ciudad. Por ello quiso hacer hincapié en que nunca estuvo en contra del edificio Villalar, que «está bien construido, aunque con algunas observaciones que son insalvables», sino contra los responsables de la corrupción. «Los propietarios piensan que se va a demoler el edificio y hacer uno nuevo, pero no sería el mismo», apostilló Ávila.
En su interveción ante los medios, Román Ávila, aseguró haber solicitado reunirse con la Comunidad de Propietarios con resultado infructuoso. «He pedido varias veces ir a las juntas de la Comunidad y no me han querido ni ver», refiriéndose a la tercera parte, los propietarios, que ha quedado al margen del acuerdo de mediación intrajudicial.
Román Ávila sentenciaba su intervención ante los medios informativos, apostillando que: «al final, quien paga el pastel, son los ciudadanos». Y eso, estando presente un responsable del equipo de gobierno, el concejal y portavoz de IU, Manuel Burón, quien asistió a la comparecencia de Ávila.
