El precio de la patata sigue preocupando, y mucho, a los productores. A finales de esta semana los precios ya eran la mitad que cuando comenzó la campaña. Se estaba pagando la patata de lavado a 28-30 céntimos (ambra, soprano y en algunos casos monalisa), mientras que las agrias se pagaban a 25-26 céntimos y las ágatas un poco por debajo, a 24-25 céntimos.
Eduardo Arroyo, presidente de la asociación de productores Appacyl, lamenta que la variedad que está haciendo daño es la colomba, ya no tan apreciada por el mercado y que se está ofreciendo a la baja. Se paga en torno a los 23 céntimos, según Arroyo, pero hay quien dice que incluso por debajo de 22. En definitiva, hay que esperar porque las prisas solo pueden hacer caer más los precios.
A medio plazo, hay que esperar a que acabe Albacete, “cuando será Castilla y León quien tenga la iniciativa”. Y cuando pase el embudo de la colomba será el momento de adquirir otras variedades, incluidas variedades rojas, de las que se ha plantado mucho.