En una celebración de boda no suele faltar de nada y en la renovación de esponsales parece que también. Eso es lo que ocurría en el festejo organizado este domingo en Santa Croya de Tera en honor de Juan Sánchez Morales y Celines Fernández Marcos.
No podía faltar el cura, de pega eso sí, aunque para la ocasión ataviado con sotana y boina, de traje de calle a la antigua usanza, pero con ropajes no muy litúrgicos. Con la estola del color de los Apóstoles y los Mártires y crucifijo en el pecho, hacía las veces de presbítero en una ceremonia inusual. Frente a él, la sonriente pareja de novios, Juan y Celines, a cuya novia no le faltaba el tradicional ramo de flores. Se trataba de celebrar 60 años de casados. La música tradicional ayudó a realzar el festejo en un entorno campero y los invitados se regocijaban con la simpática y peculiar ceremonia, porque sus amigos y familiares les brindaban el mejor homenaje por su larga trayectoria de vida en común.
Hasta los novios llegaron a posar de manera divertida ante el alborozo general de sus invitados. De eso se trataba, de celebrar la renovación de esponsales y de disfrutar todos juntos entre buenos amigos y vecinos. Así lo hicieron este pasado domingo 30 de abril en Santa Croya de Tera. Juan y Celines se casaron felices y comieron perdices.