El Parque Natural del Lago de Sanabria recibió 735.391 visitantes durante el año 2021, una cifra ligeramente superior a la media de los últimos quince años, según ha comunicado este martes la Junta de Castilla y León tras la reunión del patronato que gestiona este entorno, ubicado en la parte occidental de la provincia de Zamora.
Los responsables autonómicos han constatado que estas cifras indican «claramente» que, tras la pausa causada por la pandemia, «el turismo se ha recuperado y sigue la tendencia a desestacionalizar las visitas».
En todo caso, el patronato ha reconocido que «los días de más afluencia siguen siendo los fines de semana de julio y agosto».
Además, se estima que más del 70% de las personas vienen en familia o en grupos de amigos.
Se trata mayoritariamente de españoles, procedentes sobre todo de Castilla y León y de Madrid, seguidos de lejos por los de Galicia, Andalucía y el País Vasco, mientras que los extranjeros que visitan el Lago de Sanabria con mayor frecuencia son portugueses, franceses y británicos.
Por otro lado, cabe destacar que el Parque Natural del Lago de Sanabria ha recibido dos millones de euros en tres años para mejorar su entorno medioambiental. Esa ha sido la cantidad destinada por la Consejería de Medio Ambiente para su funcionamiento en los tres últimos ejercicios.
La propia Junta de Castilla y León ha aclarado que «casi dos tercios de esta cantidad van dirigidos a actuaciones que afianzan y mejoran los montes y en general el entorno del parque».
La encargada de presidir la reunión del patronato, la delegada territorial de la Junta en Zamora, Clara San Damián, ha destacado a su vez los más de 146.000 euros destinados a las ayudas a las Zonas de Influencia Socioeconómica (ZIS) que le corresponden a este espacio natural protegido para obras propuestas por los ayuntamientos.
Esa cantidad ha facilitado «la mejora de las infraestructuras, servicios y equipamientos o a la realización de obras de adecuación en el entorno rural de los cuatro municipios que forman parte del Parque Natural».
Del mismo modo, con la inversión total de la Junta, se han realizado labores de conservación y mantenimiento en 184 kilómetros de sendas de montaña y caminos tradicionales del Parque Natural. Las actuaciones básicamente han consistido en la realización de trabajos de limpieza y desbroce, así como la recolocación de señales caídas.
MEJORA DE LAS INFRAESTRUCTURAS
Además de las tareas en caminos, «se ha trabajado para mantener en un buen estado de conservación las infraestructuras para poder prestar los servicios que se ofrecen a vecinos y visitantes».
Las principales labores desarrolladas durante 2019-2021 fueron las siguientes: reposición y mantenimiento de señalización informativa del Parque Natural; limpieza de playas y atención de aseos públicos; mantenimiento de áreas recreativas y paradas de autobús; así como limpieza y mantenimiento de zonas de baño.
También se ha actuado sobre más de 750 hectáreas de terreno para «favorecer el pastoreo y la calidad de la superficie arbolada, así como la reparación de 32 kilómetros de cerramiento ganadero».
«Estos desbroces, al tiempo que favorecen la ganadería, también benefician a otras muchas especies faunísticas, especialmente a la perdiz pardilla, y previenen la propagación de incendios forestales», según han matizado desde la Junta. También se han realizado pequeñas intervenciones de mantenimiento de refugios y chozos ganaderos.
A lo largo de estos tres años se han producido 32 conatos de fuego y 9 incendios forestales, que han calcinado un total de 741 hectáreas, de las cuales apenas 30 son de arbolado.
Respecto a las condiciones hidrobiológicas del Parque Natural, destaca el buen estado de las aguas del Lago de Sanabria, que se mantuvo en los parámetros habituales que se corresponden con los de un lago oligotrófico, «con aguas de excelente calidad».
LA FAUNA
El control y seguimiento de las especies faunísticas que habitan el Parque es otro de los campos que ocupan a los trabajadores de medio Ambiente de la Junta.
Por un lado es preciso controlar y reducir todo lo posible la presencia de especies invasoras, como el visón americano. Como ejemplo, se capturan cada año una media de 40 visones americanos, «que por su gran voracidad y capacidad de adaptación al medio suponen una amenaza para la conservación de la fauna autóctona».
Por otra parte, se llevan a cabo multitud de actuaciones para controlar y favorecer el desarrollo de especies propias de estos hábitats, que van asentando su presencia, como el gato montés y el armiño en algunos parajes de la alta sierra, la jineta en hábitats forestales de las zonas bajas del parque natural o la marta en casi todo tipo de masas boscosas.
